Alimentos procesados son aquellos que han sufrido alguna modificación desde su origen hasta su consumo. El grado de procesamiento puede ser muy amplio, desde su simple limpieza y envasado, hasta el agregado de ingredientes químicos sintéticos.
Algunos alimentos están tan poco procesados que mantienen todas sus propiedades e incluso son tan nutritivos como el alimento no procesado.
Sin embargo en otros casos, durante el procesamiento se destruyen los nutrientes y se añaden cantidades excesivas de azúcares, grasas vegetales hidrogenadas y sal, con el riesgo que el consumo excesivo de estas sustancias tiene para la salud.
También se añaden multitud de aditivos para su conservación y para mejorar el sabor y el aspecto de sustancias, que de otra manera serían incomestibles, convirtiéndolas así en comestibles, artificiales, no saludables y que carecen de valor nutricional.
Este procesamiento ha alterado la dieta actual, generando una nutrición deficiente que va asociada a la mayoría de enfermedades crónicas que existen hoy día.